sábado, 1 de enero de 2011

Dejar ir.

Y se fue, oficialmente se terminó el 2010... un año espantoso en todo sentido.

Sí, se acabó... pero eso no significa nada más que cambiar el calendario, ojala cada vez que finalizara un año también se terminaran y olvidaran las cosas que uno detesta, los malos momentos, la gente que nos lastimó, extrañar a quienes perdimos, las situaciones que nos dolieron hasta la médula... ojala todo lo malo se pudiera ir con el año que acabó. Pero no, las cosas nunca son tan mecánicas y quizás tampoco sería bueno que fuera así, sino, de dónde obtendriamos experiencia?. No lo sé, pero por algún momento mientras miraba los fuegos artificiales reflejados en el mar desee que todo lo que mencione se fuera del mismo modo que esas bellas luces de colores se extinguian.

Quisiera dejar ir.
Dejar ir las situaciones que me lastimaron.
Dejar ir todo lo que salió mal, por más ganas que le puse.
Dejar ir todas esas personas "cero aporte".
Dejar ir las pesadillas.
Dejar ir todo aquello que no pude controlar.
Dejar ir la angustia.
Dejar ir esa sensación de que estoy perdida en la vida.

Y en eso estoy, acá, en la montaña que tantos buenos y malos momentos me ha traido, comenzando el año con mucho trabajo, quizás intentando distraer mi mente, sí... mantenerla ocupada y no pensar, no pensar hacia atrás. Hoy, aqui y ahora quiero mirar hacia adelante, quiero haber aprendido de todo lo malo y no volver a tropezar, aunque en el fondo nada me lo asegura, pero yo seguiré siendo -como me dijo un buen amigo- un mono porfiado, de esos que por más golpes que les den se vuelven a poner de pie una y otra vez.


Quiero recuperar mi orgullo, ese que fue pisoteado en el suelo y no me dejaba asumir que todo lo que hice no valio la pena.

Ni un poquito.

domingo, 19 de diciembre de 2010

Intentarlo.

Siempre he vivido pensando que es mejor arrepentirse de algo que se hizo, que arrepentirse de algo que nunca se intentó hacer. No intentar algo es fracasar de forma automática e intentarlo es asumir un montón de cosas, entre ellas los riesgos.

¿Qué sentido tendría la vida si no nos arriesgaramos?. 
Viviríamos preguntándonos "¿que habría pasado si...?" 
Que desagradable, vivir pensando hacia atrás... cuando en el fondo sabemos que lo único que cuenta es el presente, el ahora.

Cuando decido "intentarlo" lo doy todo de mi, suelo creer que lo imposible puede dejar de serlo y pongo todas mis fuerzas en lograrlo, no importa quienes ni cuantas veces me digan que "no va a resultar", para mi buena o mala suerte no me conformo con aprender de las experiencias de los demás, tengo que pegarme el porrazo y a veces más de una vez quizás haciéndole honor a mi signo, soy terca como un toro, pero también soy perseverante pues no me doy por vencida a la primera. Nadie dijo que intentar algo era conseguirlo de inmediato... generalmente lo que más queremos cuesta y mientras más nos cuesta más lo valoramos y cuidamos cuando por fin lo tenemos. 

Intentarlo también es asumir un compromiso con uno mismo (y en general con otras personas), ser consiente de que habrá obstáculos y poner todo de ti para derribarlos, no importa cuantas veces haya que enfrentarlos. De otra forma, si al primer obstáculo te diste por vencido... entonces eso que "intentabas" no era tan importante, no lo querías ni añorabas con todo el corazón y en el fondo podías vivir sin eso que creías querer tanto.

Hay personas que prefieren tomar el camino fácil, si algo parece difícil o imposible ni pensar en intentarlo, otras lo intentan pero "tiran la toalla" al primer o segundo obstáculo y estamos los soñadores -aunque a veces nos llaman ciegos- los que creemos que no hay nada que no podamos lograr y sabemos que somos los únicos amos y señores de nuestra vida y llevamos las riendas con fuerza ya que sabemos que esa vida es la única que tendremos para ser felices, no importa cuanto cueste... después de todo, al menos yo estoy convencida de que "Tu vida será lo que TÚ quieras hacer de ella".

Seguiré creyendo en cosas imposibles.
No matter what.





jueves, 16 de diciembre de 2010

Today it starts all over again.


No soy buena para decir lo que siento, aunque tengo un Magíster en decir lo que pienso. Quizás me sirva escribir, hay cosas que tengo que aprender y... para que seguir esperando?. Esperar. Paso toda mi vida esperando, nunca se exactamente que y en realidad no podría decir que me ha dado buenos resultados, después de todo está más que claro que lo que uno quiere nunca caerá del cielo, entonces es mejor levantarse y salir a buscarlo, no?.

Levantarse, esa es otra palabra cuyo significado se suele aprender de la peor y quizás única forma, cayéndose. Lo malo es que no te caes una o dos veces, son miles... pero también aprendí que no importa mientras te levantes la misma cantidad. Hoy estoy en eso, intentando levantarme de un año que pareciera haberse ensañado conmigo, llegue a maldecir al despertar cada mañana que un nuevo día comenzara, "esa onda." Los recuerdos dejaron de ser bellos, cada uno dolía, a veces aún duelen, hasta las canciones me duelen, me convertí en una hipersensible, pero no importa. Todo pasa, estoy convencida de eso.

Sucede que tengo la mala costumbre de esperar mucho de algunas personas y hacerme grandes expectativas, construir perfectos y maravillosos castillos sin darme cuenta o sin querer darme cuenta de que no tienen base alguna, de que se caerán y se destrozarán en mil pedazos. Me cuesta asumir algo que se que no debió ser así, pero así nomás fue. Pero no importa porque yo di todo de mi, siempre estuve dispuesta a darlo, siempre lo estoy y termino absorbiendo problemas que no me corresponden y sufriendo más que la persona a quien le pertenecen. Y así, como suele sucederme, terminé decepcionada y sintiendo ya no hay ninguna vuelta que darle. Sólo fui una herramienta para solucionarle la vida a alguien que -dicho sea de paso- no sé si tiene solución real pues no sabe ni donde está parado. Y eso, que te mientan, te usen y luego te desechen como un objeto, no tiene perdón ni justificación alguna.


Lo bueno de todo esto es que allí siempre están esas personas que sin importar que suceda tienden su mano y me hacen barra de todas las formas posibles para que pueda ponerme de pie… otra vez.


A comenzar a levantarse entonces, pues además ya no será sólo por mí. Y como no puedo sacar nada bueno de todo esto, me quedo con la experiencia y con la fortaleza que me inundará cuando me ponga de pie, total por más cliché que sea la frase "si algo no te mata, te hará más fuerte", sé que es así.

"Seré como las olas del mar que aún rompiendo contra las rocas encuentran la fuerza para volver a empezar".